mayo 6, 2022

Perspectivas

Kenia, el fin del colonialismo y la guerra de los Mau Mau, un capítulo obscuro en la historia del imperialismo británico (parte II y última)



Las circunstancias específicas que dieron origen al grupo guerrillero de los Mau Mau no pueden definirse con certeza y algo similar sucede precisamente con la palabra utilizada para denominar dicho movimiento, pues tanto el origen, como el significado e inclusive el uso del término “Mau Mau” por los mismos combatientes para autodenominarse no se ha esclarecido. Lo que podemos decir es que fueron el conjunto de las circunstancias políticas y sociales descritas en la primera parte de texto lo que sirvió como caldo de cultivo para la rebelión, pues aumentaron el malestar entre los africanos sobre el dominio europeo en Kenia.[i]

Los primeros pasos para el tránsito al movimiento armado pueden rastrease en la radicalización de los partidos políticos, tanto de los africanos como de los europeos. Para 1950, dentro del partido político africano KAU, una gran cantidad de africanos se habían unido a las filas más radicales por medio de un juramento masivo mientras que los miembros moderados comenzaron a recibir amenazas por parte del ala dura del partido.[ii] El propio Kenyatta fue uno de los políticos acusados falsamente de formar parte e inclusive de fundar a los Mau Mau, siendo encarcelado de 1953 a 1960 mientras que el partido KAU fue declarado ilegal por el gobierno colonial y permaneció así hasta 1960.[iii]

Entre las primeras víctimas de los Mau Mau se encuentra el jefe Kikuyo, Waruhiu, asesinado el 7 de octubre de 1952 a las afueras de Nairobi. El caso de Waruhiu es paradigmático para entender la forma en que se desenvolvió el movimiento armado. El jefe Kikuyo era conocido por apoyar abiertamente la presencia de los británicos en Kenia y apenas unas pocas semanas antes de su asesinato había condenado públicamente la rebelión. Esto desató la ira del movimiento que si bien clamaba por la expulsión de los británicos comenzó a enfocar su lucha contra los llamados “colaboracionistas” africanos del régimen imperial, de manera que, si bien hubo algunas víctimas europeas como fue el caso de la familia Ruck cuyo asesinato en 1953 desató la paranoia y exacerbó el racismo de los colonos, la mayor parte de las víctimas fueron los propios africanos.[iv]

Jefe Waruhiu, asesinado el 7 de octubre 1952

El asesinato de Waruhiu fue un parteaguas en la política de contención del movimiento pues durante los primeros meses las autoridades coloniales, a fin de no darle crédito a la rebelión, calificaron a los Mau Mau como una banda criminal y trataron de contenerlos por medio de estrategias policiales. Sin embargo, esta estrategia dio pocos resultados por lo que las autoridades imperiales tuvieron que intervenir directamente a fin de contener el levantamiento. Se declaró entonces el “estado de emergencia” y se puso en marcha la llamada Operación Anvill la cual estaba basada, por un lado, en reprimir por medio de operaciones militares a los insurgentes y castigar a los africanos que estuviesen a favor del movimiento, a la vez que se premiaba a los africanos “leales” al gobierno británico por medio de estímulos económicos y la redistribución de tierras expropiadas a los combatientes o sospechosos colaboracionistas de los Mau Mau.[v]

Otra de las estrategias utilizadas por el ejército británico para acotar cualquier posible apoyo a los insurgentes por parte de la población, y que atraería grandes adversidades a los africanos, fue la “reinstauración de villas”. Esta política consistió en la reubicación de comunidades enteras hacia nuevas locaciones con el fin de alejarlas de los rebeldes, evitando así cualquier colaboración o la posibilidad de que los miembros del Mau Mau pudiesen ocultarse dentro de las villas. La reubicación fue tortuosa pues esta se hacía con apenas unas horas de anticipación haciendo que las familias perdieran la mayor parte de su sustento, tierras y ganado. Al mismo tiempo las nuevas “villas” donde se reubicaban a las comunidades eran prácticamente campos de concentración con una estricta vigilancia policial y en las que los abusos tanto físicos como sexuales por parte de los guardias, muchos de ellos africanos leales comandados por oficiales británicos era la norma.[vi]  Igualmente, se realizaron juicios sumarios en contra de los africanos directamente involucrados en los combates, así como de aquellos que fueron acusados como colaboracionistas de los Mau Mau. La persecución hacia los colaboracionistas se convertiría rápidamente en una cacería de brujas alimentada por la posibilidad de los denunciantes de hacerse de las tierras de los acusados una vez que estos fuesen detenidos.

Sospechosos detenidos durante la operación Anvil.
Fuente: Anderson, David, Histories of the Hanged: The Dirty War in Kenya and the End of Empire

La rebelión, a pesar del pánico que causó entre los europeos y la feroz respuesta de los británicos, nunca representó una amenaza real en términos militares. La combinación de campañas militares, estímulos económicos para los llamados africanos leales y las disuasiones contra cualquier posible apoyo por parte de la población africana en la colonia demostraron ser técnicas muy efectivas para evitar la expansión del movimiento. Pronto los guerrilleros fue

ron expulsados de los centros urbanos y para 1954 el grupo más fuerte de la resistencia había sido eliminado, dejando al resto de los combatientes sin más opción que enfocar sus fuerzas restantes en pequeñas y esporádicas escaramuzas que continuarían hasta 1962.

Los colonos europeos vieron en la derrota de los Mau Mau el fin del movimiento independentista en Kenia, sin embargo, pronto se darían cuenta de su error, pues las aspiraciones independentistas no menguaron. Por el contrario, se vieron fortalecidas gracias a la influencia del creciente panafricanismo y anticolonialismo que llevó a las independencias de Ghana en 1957, Camerún 1960 y Senegal 1960. A la par de estos acontecimientos, la presión dentro y fuera del Reino Unido para deshacerse de sus posesiones imperiales, así como la condena mundial a la represión ejercida para mantener su dominio en África iba en aumento. Dentro de la colonia la movilización social también se robustecía encabezada por los africanos que entre otras demandas luchaban por la liberalización de las tierras reservadas para los europeos y por una representación equitativa en el congreso local, libre de cuotas que hacían que los europeos gozaran de una amplia mayoría a pesar de que, como se mencionó anteriormente, representaban a penas el 1% de la población.[vii]

Las últimas pretensiones de mostrar al Reino Unido como una fuerza de progreso en la colonia, junto con cualquier intensión de extender por más tiempo su dominio en Kenia llegarían a su fin en marzo de 1959 con el escándalo provocado por la llamada masacre del Hola Camp.[viii] El Hola Camp, fue un campo de detención ubicado al suroeste de Kenia, reservado para aquellos miembros del Mau Mau clasificados como los más radicales por las autoridades británicas. Los enfrentamientos entre los guardias y los reclusos eran comunes, sobre todo cuando se obligaba a estos últimos a asistir a las “terapias de reeducación”.[ix] Uno de estos enfrentamientos derivó en el asesinato de 88 detenidos quienes fueron golpeados hasta la muerte por los guardias africanos del campo, pero bajo las órdenes y supervisión de los comandantes británicos. En un primer momento se trató de ocultar este incidente haciendo pasar estas muertes como resultado de la intoxicación por alimentos.[x] Sin embargo, cuando la verdadera historia se filtró a los medios causó una gran indignación generalizada tanto en Kenia como en el Reino Unido, obligando a las autoridades británicas a, en un primer momento, eliminar las cuotas de representación en el parlamento y más adelante reconocer la independencia de Kenia (1963).

A la pregunta, ¿fue la guerra de los Mau Mau el origen de la independencia de Kenia? En términos militares es claro que no lo fue, pues la superioridad militar del Reino Unido sobre los combatientes nunca estuvo comprometida. Sin embargo, las consecuencias tanto políticas, como económicas y sociales que trajo consigo la lucha de los Mau Mau si fue una causa directa. En términos de política imperial la mayor resistencia para eliminar la sobre representación de los europeos en el parlamento, así como la exclusión de ciertas tierras para los africanos entre otras prácticas de segregación, no provenían necesariamente de las autoridades británicas, sino de los colonos blancos radicados por varias generaciones en la colonia.[xi] Estos colonos no querían perder sus privilegios políticos ni económicos en una tierra que ya consideraban como suya.

No obstante, su incapacidad para contener el movimiento armado sin la ayuda de la metrópoli terminó con cualquier resto de autonomía del gobierno y los grupos políticos dentro de la colonia. De manera que, una vez que el mantenimiento de Kenia bajo el dominio británico comenzó a ser insostenible tanto económica como políticamente, la decisión de reconocer su independencia recayó en el Reino Unido sin que la población blanca en la colonia pudiese oponer mayor resistencia. Al mismo tiempo, si bien los Mau Mau fueron derrotados rápidamente en el ámbito militar, el movimiento avivó los ánimos nacionalistas de los africanos debido a la extrema brutalidad con la que se intentó contener, lo que hizo patente para los africanos que las prácticas racistas no pertenecían al pasado y que la única forma de terminar con ellas sería por medio de la total libertad política.[xii]

Finalmente, debe destacarse que, si bien la importancia de los Mau Mau para alcanzar la soberanía de Kenia es innegable, el fin del imperio no trajo la retribución esperada para los guerrilleros o las comunidades que sufrieron la represión. La mayor parte de las tierras despojadas fueron acaparadas por grandes terratenientes y líderes políticos africanos. A la par, los afectados por la contrainsurgencia británica no obtuvieron justicia, pues ni los oficiales británicos o los africanos relacionados con la violencia fueron castigados y de hecho tras la independencia se trató de ocultar su participación bajo la excusa de crear una Kenia unida. Inclusive lideres como Jomo Kenyatta primer presidente de Kenya negaron categóricamente cualquier vínculo con el movimiento a razón de no aceptar algún adeudo con los Mau Mau una vez alcanzado el poder.[xiii] Así que, de los más de 11,000 muertos, 20,000 detenidos y un millón de desplazados, que directa o indirectamente ayudaron a alcanzar la independencia de Kenia, pocos serían aquellos que pudieron saborear los frutos o el reconocimiento nacional a su lucha.

Memorial a los combatientes de Mau Mau inaugurado en septiembre 2005

 

Referencias

[i] Throup, David W. Economic and Social Origins of Mau Mau 1945-53. James Currey, 1987.

[ii] Branch, Daniel. Defeating Mau Mau, Creating Kenya: Counterinsurgency, Civil War, and Decolonization. (Cambridge: Cambridge University Press, 2009).

[iii] Maloba, W. O. author. Kenyatta and Britain: An Account of Political Transformation, 1929-1963. (Cham: Palgrave Macmillan, 2018).

[iv] Anderson, David M. Histories of the Hanged: The Dirty War in Kenya and the End of Empire. (New York: W.W. Norton, 2005).

[v] Bennett, Huw C. Fighting the Mau Mau: The British Army and Counter-Insurgency in the Kenya Emergency. (Cambridge; New York: Cambridge University Press, 2013).

[vi] Anderson, David M., and Julianne Weis. “The Prosecution of Rape in Wartime: Evidence from the Mau Mau Rebellion, Kenya 1952–60.” Law and History Review 36, no. 2 (2018): 267-94. https://www.jstor.org/stable/26564585

[vii] Gatheru, R. Mugo. Kenya: From Colonization to Independence, 1888-1970. (Jefferson, N.C.: McFarland & Company, 2005).

[viii] Ogot, Bethwell A., and William R. Ochieng. Decolonization and Independence in Kenya 1940-93. (London: J. Currey, 1995).

[ix] Elkins, Caroline. “The Struggle for Mau Mau Rehabilitation in Late Colonial Kenya.” The International Journal of African Historical Studies 33, no. 1 (2000): 25–57. https://doi.org/10.2307/220257.

[x] Elkins, Caroline. Britain’s Gulag: The Brutal End of Empire in Kenya. (London: Jonathan Cape, 2005).

[xi] Wasserman, Gary. Politics of Decolonization: Kenya Europeans and the Land Issue 1960–1965. (Cambridge: Cambridge University Press, 1976).

[xii] Branch, Daniel. Kenya: Between Hope and Despair, 1963-2011. (New Haven: Yale University Press, 2011).

[xiii] Mwangi, Evan. “The Incomplete Rebellion: Mau Mau Movement in Twenty-First-Century Kenyan Popular Culture.” Africa Today 57, no. 2 (2010): 86–113. https://doi.org/10.2979/africatoday.57.2.86.